Detente aquí, enseña tus mercancías. ¿No traes sedas, pimentón, o joyas o abalorios? Aquí, al pasar por esta puerta, llamada del vino, debes responder por tus géneros. ¿No traes comercio? Ah… realmente eres visitante. Por eso traes andares preguntones y te has dejado acompañar por mi, un pilluelo de la Medina.

Esta puerta, una de las más antiguas de la Alhambra, marcaba el final de la Medina y el comienzo del área militar. Te acompañaré a la Alcazaba, pero espérame junto a estos bancos mientras yo, Hamed, subo al cuerpo de guardia, en la planta de arriba, a pedir los permisos necesarios. Mientras, observa por fuera nuestra antigua costumbre: sobre el arco de entrada de la puerta se sitúa una llave, y sobre el arco de salida, una mano. ¿No te habías fijado?

Del lado de fuera, junto a la llave, hay un friso en escritura arábiga que menciona a nuestro Sultán Muhammad V, del siglo XIV. Esta puerta está hermosamente decorada en tonos rojizos, pero existen malos augurios para el día en que llave y la mano se junten. Se dice que entonces la Alhambra será destruida.

Acompáñame ahora, tengo permiso para llevarte hasta la entrada de la Alcazaba.

Esta fortaleza estaba protegida incluso de enemigos interiores, gracias a un profundo foso que la protegía desde dentro.

¿Dónde está el foso, te preguntas? Vamos a pasar por encima, es el espacio ajardinado que nos separa de la Alcazaba. El primer capitán general cristiano de la Alhambra, Conde de Tendilla, ordenó cubrir el foso con tierra. Antes hizo construir unos enormes depósitos de agua que sirvieran de abastecimiento a la ciudad. El más grande lleva todavía su nombre, el Aljibe de Tendilla. Por cierto, Aljibe, la misma palabra que usábamos en la Alhambra del Rey Boabdil: del árabe Al-gubb.


(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Text (a) Carlos Madrid (2012)

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Source: Own work
Author: Julián Hernández Martínez (2013)

Picture: The Wine Gateway
Source: Wikipedia
Author: jjoquerollo (2007)
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