Guernica

El mundialmente conocido “Guernica”, la joya de este museo, es un extraordinario símbolo de denuncia contra la barbarie.

Se encuentra en este Museo desde 1981, cuando se pudo cumplir póstumamente el mandato de Picasso de que el cuadro regresara a España con la recuperación de la democracia. Tras la derrota de la Segunda República y el fin de la Guerra Civil, el Guernica había peregrinado por varios países antes de quedar en depósito en Nueva York, donde estuvo en exposición y desde donde fue devuelto a Madrid.

El origen de esta obra se remonta a 1937, cuando el gobierno español, tras el golpe militar del año anterior y el estallido de la Guerra Civil Española, contrató al entonces director del Museo del Prado, Pablo Picasso, para que realizara una obra que transmitiera en la Exposición Internacional de París lo que estaba sucediendo en España, y así contribuir a facilitar el apoyo de las democracias occidentales.

Picasso creó una obra de alcance universal inspirado por uno de los primeros bombardeos contra objetivos civiles de la historia, la destrucción de la ciudad vasca de Guernica durante un día de mercado, por parte de la aviación nazi, aliada de los sublevados.

Las figuras del cuadro, dramáticamente retratadas en el instante de la explosión de una bomba y en los momentos inmediatamente posteriores, donde las consecuencias destructivas se muestran con una crudeza tan sincera y directa que resulta casi infantil, están realizadas en una gama de grises que abarca desde el blanco de algunas figuras hasta el negro profundo del fondo.

A la izquierda, bajo el toro, Picasso introdujo un elemento del arte clásico, como la representación de una “Pietat”, una mujer con el cadáver su hijo en brazos, en un desgarrador grito de angustia y desesperación frente al sinsentido de la guerra.

A comienzos de 2012 se ha completado el más extenso barrido fotográfico de esta obra, que contribuirá a desvelar los secretos de su ejecución y el proceso creativo que siguió Picasso.

Ahora, repartidas en la sala contigua, puedes contemplar algunas fotografías contemporáneas a la ejecución del Guernica, así como algunas creaciones anteriores que Picasso adaptó y reutilizó en esta obra. Algunos bocetos preparatorios también te permiten seguir la evolución compositiva, desde un planteamiento inicial en el que se observa cierta profusión de puños en alto, hasta su completa desaparición en la versión final.

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