María Tudor

Antonio Moro es el principal retratista flamenco del siglo XVI. La figura de María Tudor, Reina de Inglaterra, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, y futura esposa de Felipe II aparece sentada, pero casi de cuerpo entero.

Se dice que María Tudor se enamoró perdidamente de Felipe II tras ver el retrato que le había hecho Tiziano y que le fue enviado desde Bruselas, costumbre típica en la época, para poder conocer el aspecto de pretendientes y futuros cónyuges. La rosa roja simboliza su amor por el rey y coincide también con la rosa del escudo de los Tudor. Cuando se casaron ella tenía 38 años y él 27. Felipe II fue durante unos años rey consorte de Inglaterra, pero al morir María Tudor sin tener descendencia vuelve a casarse con Isabel de Valois.

Como puedes apreciar, la cara es muy realista. En ella el pintor intenta reflejar su carácter regio, al igual que en los ricos vestidos y joyas que lleva. Luce en el pecho joyas españolas; una piedra magnífica llamada “el estanque” de la que pende una perla conocida como “la peregrina”, que perteneció a la madre de Felipe II, y que con el tiempo acabaría perteneciendo a Elizabeth Taylor.

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Textos (a) Catalina Serrano Romero