Salero de ónice con sirena de oro

Esta pequeña y magnifica joya se encuentra en la cámara acorazada del “Tesoro del Delfín” que lo protege como si de un tesoro pirata se tratase. Su nombre se debe a que perteneció al Delfín de la corona francesa, así se llamaba al sucesor al trono, en este caso el hijo de Luis XIV que no llego a reinar en Francia. Este lo legó a su hijo, que reinó en España con el nombre de Felipe V, y de esa manera paso a formar parte de las colecciones reales que se integraron en el Museo.

Esta delicada pieza es un salero de ónice, sujetado por una sirena cuya figura está decorada con rubíes y diamantes que se encuentra sobre un bonito pedestal adornado con esmaltes.

Las sirenas eran personajes mitológicos mitad mujer y mitad pez, muy bellas y malvadas, no como nos las ha representado Walt Disney. Estas atraían a los hombres con sus cantos de sirena y los mataban. Aparecen por vez primera en uno de los episodios de la Odisea cuando Ulises se hace atar por sus marineros al mástil de su barco para poder disfrutar de su canto sin ser atraído por ellas y perecer.

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Textos (a) Catalina Serrano Romero