Los fusilamientos del 3 de mayo en Madrid

Goya realizó dos temas históricos de la Guerra de la Independencia contra los franceses; El 2 de mayo en Madrid o la carga de los Mamelucos y los fusilamientos del 3 de mayo. Este cuadro, es un precedente del reportaje de guerra, representa el día siguiente a la sublevación contra las tropas invasoras napoleónicas en Madrid, cuando son condenados a muerte todos aquellos que han sido encontrados con un arma.

Goya dispone el cuadro en dos diagonales, la de los soldados franceses y la de los madrileños que van a ser ejecutados. Sobre un fondo negro, sitúa la escena de noche, con un foco de luz muy potente a los pies de los soldados a quienes no se les ve el rostro. Los madrileños reflejan en sus caras todo el horror ante la muerte, unos llorosos, otros aterrorizados y el personaje principal con la camisa blanca que destaca con el reflejo de la luz, que se enfrenta con valentía a la muerte. El color rojo de la sangre derramada llena de realismo la escena que quizá el mismo pintor pudiera presenciar. Se cree que tuvo lugar en la montaña de Principe Pio, muy cerca de su casa del Manzanares.

Manet se inspiró en esta obra para su cuadro “el fusilamiento de Maximiliano” sobre la ejecución del emperador mexicano.

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Textos (a) Catalina Serrano Romero