La Adoración de los Reyes

Rubens es un pintor flamenco del siglo XVI al XVII. Se establece en Amberes donde monta su taller. Más tarde marcharía a Italia donde pasa varios años perfeccionando su arte. Como diplomático viaja a Madrid, donde conoce a Velazquez con el que traba amistad y le recomienda que vaya a Italia, consejo que sigue Velazquez, que viajará allí en dos ocasiones.

La composición rebuscada y ampulosa caracteriza la obra de este pintor barroco. El mismo vive también a lo grande, lujosamente y rodeado de múltiples y brillantes colaboradores. El Prado posee numerosas obras de él gracias a la relación familiar entre los gobernadores de los Países Bajos y la Corona Española.

La Adoración de los Reyes es un cuadro de grandes proporciones, donde destaca la composición muy abigarrada, llena de personajes. A la izquierda, al abrigo de una columna, abrumados por tanta multitud aparecen San José, la Virgen y el niño que introduce su manita en la copa del Rey Gaspar jugando con sus monedas. En el centro del cuadro se ve a Melchor con una gran túnica roja y a su izquierda al Rey Baltasar con un magnifico manto azul, todos ellos acompañados de pequeños pajes. En primer término llaman la atención los esclavos semidesnudos, aplastados por el peso de los regalos. Caballos, camellos y una gran multitud de personajes completan la escena. A la derecha por encima del joven aparece el autorretrato de Rubens montado a caballo, que no quiere faltar a la Adoración.

(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Textos (a) Catalina Serrano Romero