El lavatorio

Jacopo Robusti era apodado El Tintoretto por ser hijo de un tintorero. El hecho de haberse criado entre tintes y telas hace que sus tonos de color y la riqueza de los tejidos que pinta sean una delicia para la vista.

En esta obra Tintoretto recrea una escena casi teatral, enmarcada en una arquitectura clásica, con el canal de Venecia al fondo y un bellísimo arco del Triunfo.

El tema principal está relegado a la derecha del cuadro, donde podemos ver a Jesús lavando los pies a Pedro, que se resiste y protesta. Te preguntarás por qué la escena más importante aparece en un lateral y no en el centro del conjunto como estamos acostumbrados a ver. Esto se debe a que el cuadro estaba situado originalmente a la derecha de una estancia alargada, con lo que al entrar lo que primero que llamaba la atención era la zona donde está Jesús. El estudio de la perspectiva, como se puede apreciar en la mesa o el suelo es modélico.

En el centro del cuadro aparece un tema totalmente anecdótico, el esfuerzo con que un apóstol quita las botas a otro, mientras a su izquierda otro apóstol se despoja de sus sandalias. Los nimbos de los personajes son apenas una fina aureola alrededor de sus cabezas.

Tintoretto juega con los colores mezclando los tonos fríos azules con los cálidos rojos y anaranjados de otras vestiduras.

Como último detalle anecdótico fijémonos en el perro que aparece en primer término y cuya presencia tan destacada le llevó a tener problemas con la inquisición, que lo consideró como algo irreverente.

(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Textos (a) Catalina Serrano Romero