Nos encontramos ante un bellísimo bodegón, que es un género pictórico en el que se representan alimentos y objetos de la vida cotidiana, también llamados “naturalezas muertas”. Es un género tan antiguo que ya aparece en las pinturas murales romanas. Sanchez Cotán eleva este género a la genialidad.

Pintor de procedencia toledana, fue monje cartujo en la Cartuja de Granada, una de las órdenes religiosas más estrictas, elemento que queda patente en su obra, pues acostumbra a representar en los bodegones alimentos propios de su estricta y limitada dieta, como las frutas y las verduras.

Es uno de los primeros pintores tenebristas. La influencia de Caravaggio es patente en su sistema de iluminación: dispone los alimentos colgados o en línea sobre un fondo negro y fuertemente iluminados En este bodegón destaca el cardo, que con su tono blanco añade luminosidad al cuadro. Su simplicidad contrasta con los bodegones belgas y holandeses de la época, sobrecargados de objetos y llenos de artículos de lujo. Sanchez Cotán tendrá una gran influencia en pintores posteriores como Zurbarán y este a su vez en Cezanne.

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Textos (a) Catalina Serrano Romero