Dánae recibiendo la lluvia de oro

Estamos ante la magnífica representación que Tiziano hace de la fábula, en la que Danae hija de Acrisio, rey de Argos, fue encerrada por su padre en una torre. Este quería evitar que tuviese hijos, ya que el oráculo le había dicho que moriría a manos de su nieto. Zeus se enamora de ella y la posee convertido en lluvia de oro. De esta unión nació Perseo, el héroe que mata a la medusa y salva a Andrómeda. Al participar en unos juegos olímpicos mata accidentalmente a Acrisio, al lanzar la jabalina, cumpliendo así la predicción del oráculo.

La pintura se resuelve mediante un magnifico desnudo femenino de frente, que Tiziano mandaría a Felipe II junto a otro cuadro: Venus y Adonis (que puede verse en la misma sala), en la que el desnudo femenino se muestra de espaldas.

La lluvia de oro desciende sobre Dánae en unos maravillosos tonos dorados. A la derecha vemos una anciana, una especie de “Celestina” que intenta recoger algunas de las gotas de oro. Quizá el pintor se quiso referir al amor pagado con oro. Es frecuente ver esos pequeños perritos al lado de las modelos que eran propios de las cortesanas.

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Textos (a) Catalina Serrano Romero