La bacanal de los Andrios

El tema mitológico, muy recurrente en la producción de Tiziano, y del que el Museo conserva magníficos ejemplos, era un encargo usual de los reyes, pues era un magnífico pretexto para la realización de desnudos que podían disfrutar en sus estancias privadas.

La bacanal era una fiesta dedicada a Baco, el dios del vino. En el cuadro podemos apreciar sus distintos efectos; desde la figura que duerme la borrachera al fondo de la escena hasta los jóvenes que danzan frente al espectador. En primer término vemos un desnudo acostado magnífico, como todos los que salieron de la paleta del pintor. Es difícil elegir entre los numerosos desnudos de Tiziano, pero quizá este sea uno de los preferidos por los visitantes del Museo.

Fijémonos ahora en la mujer recostada que aparece en el centro de la escena, con un amplio escote en el que destacan unas flores violetas, y que probablemente aluden a su nombre. Se supone que era la amante de Tiziano. Sostiene un instrumento musical y una partitura en la que se puede leer: “quien bebe y no vuelve a beber, no sabe lo que es beber”. Es muy simpático el detalle del niño que se levanta su camisa para hacer pis. Al fondo aparece un velero en el que navegaría Baco para incorporarse a la fiesta.

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Textos (a) Catalina Serrano Romero