Santo Domingo de Silos

Bermejo es un pintor español del siglo XV muy influido por el arte flamenco y caracterizado por su afán de minuciosidad. El personaje que vemos representado en esta obra es Santo Domingo, abad y fundador del monasterio de Silos.

El retrato del santo, que es de un realismo extraordinario, aparece sentado en un trono gótico, con un libro en las manos, decorado con la misma minuciosidad propia de los pintores flamencos como Van Eyck o Van der Weyden. Las vestiduras, la mitra y la capa pluvial están magníficamente decoradas. En la capa se pueden distinguir algunas figuras de santos como San Pedro con sus llaves, Santa Catalina con su rueda de cuchillos o San Andrés con su cruz en forma de aspa que es el símbolo de su martirio.

Las figuras que reposan en las hornacinas, son representaciones de las siete virtudes, las cuatro cardinales abajo: fortaleza, justicia, prudencia y templanza y las tres teologales arriba; la fe, la esperanza y la caridad o el amor, que es superior a cualquier otra virtud, y por eso el pintor la sitúa en la parte más alta.

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Textos (a) Catalina Serrano Romero