La Adoración de los Reyes Magos

El Bosco es un pintor flamenco de la segunda mitad del siglo XV que se caracteriza por la imaginación, el realismo y el sentido satírico de sus obras, que tuvieron en España un gran éxito, que se extendió hasta los propios reyes, que no dudaron en adquirir varias de sus obras.

La mayoría de sus obras tienen forma de tríptico. Como en toda la pintura flamenca, el cuadro presenta un horizonte muy alto, con pequeñas escenas pintadas en el fondo, casi como miniaturas. Aunque el tema central se representa de forma tradicional, con la Virgen sentada con el niño en su regazo y los magos adorándole, el cuadro tiene detalles muy originales, como el aspecto ruinoso de la casa, por la que asoman varios curiosos, o la representación del rey negro, de pie, altivo y majestuoso, que no aparece en etapas anteriores. Este modelo de rey de piel oscura comienza a incorporarse al arte como elemento exótico a raíz de los viajes de los portugueses por Africa que trajeron a Europa personajes negros. Uno de los regalos, depositado a los pies de la Virgen es una talla del sacrificio de Isaac, símbolo del martirio y muerte de Cristo. El Bosco es muy amigo de detalles anecdóticos, en este caso nos presenta en la escena de la izquierda a San José secando ante el fuego los pañales del niño.

En los laterales del retablo aparecen arrodillados los donantes que costearon el cuadro, protegidos por sus santos titulares. A la izquierda aparece, San Pedro, muy reconocible por sus llaves y a la derecha Santa Inés.

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Textos (a) Catalina Serrano Romero