Localiza la estrecha escalera que da acceso al Palacio de Gelmírez, cuya modesta fachada del siglo XVII y amplio arco por el que se pasa a la Plaza de la Azabachería, pudiste apreciar en la Plaza del Obradoiro. El interior, como comprobarás, es muy distinto de la portada, pues es de época románica, siendo uno de los mejores exponentes civiles de este arte de España.

Comprenderás mejor esta obra si conoces al Gelmírez, primer arzobispo de Santiago de Compostela y hombre que pasó gran parte de su vida peleando bien con Roma, para alcanzar más honores como prelado; bien como señor de Santiago, espada en mano. Reforzó la fortificación la ciudad y fue el primero en organizar en Castilla una armada para defenderse de los ataques por mar. Se enfrentó a reyes y sufrió el levantamiento de la ciudad contra su tiranía, que concluyó con el incendio de la Catedral, lo que no amedrantó al bravo obispo, que reinició las obras, a las que ya antes había dado un gran impulso cuando, sobre el 1102 , accedió a la sede obispal. Logró del Papa el extraordinario privilegio del Jubileo Compostelano, lo que incrementó las peregrinaciones y las donaciones.

La ciudad de Santiago debe a Diego Gelmírez numerosas construcciones, entre ellas este palacio, levantado para exaltar su prestigio. De época medieval han pervivido varias estancias, entre ellas este Salón de Ceremonias, donde destacan las adornadas bóvedas y sus capitales que nos cuentan una boda, con sus músicos y el banquete. ¿Ves una empanada gallega? Contémplalo si te lo permiten las habituales exposiciones temporales. Baja a la antigua cocina y al resto de salas.
Desde este palacio sales a la Plaza del Obradoiro.



(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Text (a) Diego Laforga Marcos

Pictures
Source: Own work
Author: Diego Laforga (2013)