Plaza de la Quintana

Esta plaza es conocida como la Quintana de los Muertos. Tan peculiar nombre le viene de las muchas sepulturas que hubo aquí desde época pagana.

Has salido a la Quintana por la Puerta Real, nombre que recibe del escudo que ostenta y que, como puedes apreciar, es inmenso. Lo más notable son sus cuatro columnas dóricas y los enormes clavos de bronce de sus puertas.

La fachada que domina esta plaza se levantó en el XVII para enmascarar el caos de construcciones añadidas a la cabecera románica. En ella se encuentra la Puerta Santa, que distinguirás por sus múltiples esculturas. Aquí puedes ver una vez más la escena del apóstol Santiago con sus discípulos Atanasio y Teodoro, que están acompañados por 24 estatuas románicas procedentes del coro pétreo del Maestro Mateo. Las que ves en mejor estado fueron restauradas en el siglo XIX.

Como ya te dije, esta puerta sólo se abre cuando es Año Santo Compostelano es decir, si el 25 de julio coincide en domingo. Hasta entonces el acceso está cerrado. El 31 de diciembre, el arzobispo golpea la puerta tapiada con un pequeño martillo de plata, recita en latín unas oraciones y el tapial es retirado, cuyos restos recogen los fieles para que les proteja de las tormentas, quedando la puerta abierta el resto del año.

Pasemos a la siguiente puerta, de estilo neoclásico. Es la de la Archicofradía del apóstol, de la que puede hacerte miembro, si eres un devoto del santo. Sube a la parte alta de la escalinata y llegarás a la Quintana de los vivos, donde tendrás una peculiar visión de las cúpulas y las torres.

Siguiendo nuestro recorrido por la parte exterior de la Catedral nos dirigimos a la Plaza de la Azabachería.



(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Text (a) Diego Laforga Marcos

Pictures
Source: Own work
Author: Diego Laforga (2013)