El crucero y el botafumeiro

Detengámonos en el crucero. Encima de nosotros verás un cimborrio gótico con una cúpula octogonal, sustentado por robustos pilares que sustituyó a la linterna original del románico. La balconada es de época barroca.

De lado a lado del cimborrio observarás que hay una estructura metálica donde se apoya un carrete. Es un mecanismo capaz de soportar y mover un inmenso botafumeiro, que es cómo se designan los grandes incensarios o recipientes donde quemar el oloroso incienso.

Botafumeiro significa “echador de humo”. Su uso se remonta al siglo XIII como parte de una costumbre litúrgica que tenía como objeto purificar el aire de la iglesia, cargado por la aglomeración de peregrinos que llegaban a pernoctar en el templo en ocasiones especiales.

El rico botafumeiro de plata y oro del XVI desapareció en la Guerra de la Independencia a manos de los franceses, siendo sustituido por uno de hierro que sirvió hasta 1851, que necesita ocho hombres, llamados en gallego tiraboleiros, para moverlo. Hoy su actividad en días señalados es todo un acontecimiento. Habitualmente está guardado en la Biblioteca.

Se ha caído varias veces, una de ellas, en 1499, mientras visitaba la iglesia Catalina de Aragón, la primera mujer de Enrique VIII de Inglaterra, que no sufrió ningún daño.

No dejes de admirar los historiados púlpitos de bronce. Sustentados por una columna con sirenas, y la parte superior por atlantes. Un elegante tornavoz para amplificar los sonidos remata el conjunto.



(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Text (a) Diego Laforga Marcos

Picture: Crucero
Source: Own work
Author: Diego Laforga (2013)

Picture: Botafumueiro
Source: Wiki Commons
Author: Luis Miguel Bugallo Sánchez
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