Camarín y Cripta de las reliquias del Apóstol

Una luz verde te indica la puerta por la que se accede al camarín del apóstol Santiago. Miles de peregrinos, durante siglos y tras duras jornadas de viaje, han abrazado emocionados esta imagen del santo. Si tu visita es la de un viajero de paso que desea manifestar su respeto por el santo y sus tradiciones milenarias, sube y haz tan sencillo pero a la vez significativo gesto.


Próxima a la puerta por donde has salido del camarín otra señal luminosa verde te indica la bajada a la cripta donde reposan los restos del santo.


¿Ya estás en la cripta? Lo que ves en este subterráneo corresponde a la restauración realizada en el siglo XIX. Sobre el altar de esta pequeña capilla, del que te separa una verja y un reclinatorio donde se arrodillan los devotos para rezar, descansa un arca de plata ricamente labrada. En el interior de esta fina obra de orfebrería del siglo XIX se guarda una caja de cedro dividida en compartimentos que alberga los restos del apóstol y de sus dos discípulos.

Las reliquias aquí depositadas han sido reiteradamente diezmadas. Puede servirte como ejemplo la donación que, al parecer, se hizo a Carlo Magno en agradecimiento por su apoyo a la peregrinación a Compostela. Tras muchas discusiones sobre cuál era el hueso más noble, se le entregó el de la frente, por ser ahí donde Jesús besaba a sus discípulos.

Antes de salir, fíjate en un estrecho y pequeño pasillo en el que destacan unas hileras de ladrillos, donde, supuestamente, se encontraron los restos de los discípulos Atanasio y Teodoro. Son los únicos restos visibles de la tumba primitiva.

Subamos de nuevo a la Girola para visitar las capillas que forman esta zona que rodea al Altar Mayor.



(c) (R) 2013, MUSMon com S.L.
Text (a) Diego Laforga Marcos

Picture: The embrace of the apostle
Source: Own work
Author: Diego Laforga (2013)

Picture: Saint James tomb
Source: Wiki Commons
Author: Le Galicien (2007)
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